Son cactus muy particulares que, lejos de vivir en ambientes áridos y soleados, prosperan en medio del calor, la humedad y la semisombra de las selvas tropicales y subtropicales. Se trata, en general, de especies epífitas que crecen sobre los tallos de otras plantas, sin que esto signifique que sean parásitas de las mismas. Viven sobre un suelo formado por hojarasca y humus que ha transportado el viento. Cuando faltan las lluvias, pueden proveerse de humedad a través de las numerosas raíces aéreas que son capaces de producir.
Texto traducido libremente de las instrucciones de cultivo de la Rainbow Gardens Nursery - Vista (California)
EPIPHYLLUM: cactus orquídea.
EL SUELO. Se puede utilizar el compost que se vende para plantas de interior, adicionándole piedra volcánica, arena fina, perlitas, corteza triturada... Hay que evitar los sustratos que contengan mucha turba. También es posible la preparación casera del sustrato: una parte de compost de hojas, una parte de corteza triturada, una parte de aserrín de madera o de abeto de 6 -12 mm. de diámetro, una parte de perlitas o piedra pómez. Si se quiere, se puede agregar también media parte de carbón vegetal. El compost de hojas puede ser sustituido por uno para acidófilas (azalea, rododendro). La mezcla debe contener tres partes de materia orgánica y una parte de perlita o piedra pómez. Es preferible no usar turba, musgo o vermiculita. Por cada 30 cm cúbicos de sustrato, agregar media taza de harina de huesos. Para elaborar el sustrato hay que tener en cuenta el clima de la zona, e ir regulando en función del mismo las proporciones de compost y piedra pómez.
LOS RIEGOS. Es importante no dejar secar completamente el sustrato. Hay que regar a fondo, hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje. El próximo riego se hará cuando aproximadamente un tercio del suelo se halla secado. Se puede usar el dedo para advertir cuándo sucede esto, aunque lo ideal es un higrómetro (instrumento para determinar la humedad del suelo). El de la figura de al lado, puede medir también el pH y la luz. Las macetas de plástico necesitan menos cuidados, pero un exceso de riego resulta en ellas más perjudicial. Los "cactus orquídea" crecen en primavera y otoño, períodos en los que necesitan más agua. Por norma las plantas reposan después de la floración y durante los meses invernales, en los cuales se les provee el agua necesaria para que las plantas estén levemente húmedas.
LA LUZ. Prefieren el sol filtrado, o bien pocas horas de sol a la mañana o a la tarde, pero nunca el sol directo del mediodía. Las plantas pueden también crecer a la sombra, por ejemplo debajo de un árbol o un tejado, en un patio, cerca de una ventana con sol a la mañana y a la tarde. Si se las tiene dentro de casa durante el invierno, hay que situarlas al fresco, nunca sometida a heladas, y donde la luz artificial no se encienda luego de la caída del sol. También se las puede cultivar con luz fluorescente (500-1.000 fotocandelas), a una distancia aproximada de 25 cm. La duración de la exposición debe estar en correspondencia con la de la estación del año, esencial para el desarrollo de los brotes, y aunque a veces podrían presentar un cierto aspecto de estresadas, en el momento oportuno producirán una abundante y rica floración.
LA TEMPERATURA, LA HUMEDAD, LA CIRCULACIÓN DEL AIRE. Los Epiphyllum prefieren temperaturas entre 8 y 22°C, pero toleran el calor estival si se los mantiene sombreados y húmedos. Soportan incluso temperaturas inferiores a 0°C por algunas horas, pero morirán si se los expone a las heladas durante más tiempo. Sufren daños con temperaturas constantemente inferiores a 5°C. Si están en el interior, prefieren posiciones frescas, con temperaturas entre los 8 y los 12°C y donde no reciban luz artificial luego del anochecer. Las frescas temperaturas invernales y las largas noches, son necesarias para la formación de los capullos.
Prefieren por lo menos un 50% de humedad, pero toleran valores más bajos. Regar frecuentemente durante el verano, prestando atención también al mantenimiento de una humedad ambiental alta, mediante frecuentes rociadas. Aman el aire en movimiento, pero no las ráfagas frías o el viento cálido. Favorecer la circulación del aire manteniendo las plantas sin apretujarlas.
LA FERTILIZACIÓN. Las plantas deben ser fertilizadas de un modo balanceado, por ejemplo 10.10.10, al menos una vez al mes y desde el inicio de la primavera hasta el otoño. Son válidos tanto los fertilizantes granulares como los líquidos. No utilizar azufre en una proporción superior a la del fósforo o el potasio. Para estimular la floración y fortalecer los tiernos brotes crecidos durante el invierno, hay que utilizar un fertilizante sin azufre (por ej. 0.10.10), una sola vez a fines de febrero y de nuevo a inicios de noviembre. No fertilizar en diciembre a enero.
LAS ENFERMEDADES. Los Epiphyllum son relativamente poco atacados por los parásitos. Los más comunes son las cochinillas algodonosas, que pueden ser controladas rociando con un insecticida común del mercado, o también con una solución mitad alcohol desnaturalizado y mitad agua. Regularmente hay que dejar en las bases sebos para caracoles, ya que aman a los Epiphyllum y pueden causarles serios daños en poco tiempo.
LAS FLORES. Son necesarios por lo menos tres años para ver florecer un esqueje. Las plantas con floración diurna, tienen una estación que inicia hacia finales de abril, tiene un pico en mayo y termina en junio. Muchos Epiphyllum con floración nocturna, abren sus flores al final del verano o al inicio del otoño.
EL TRANSPLANTE. El primer transplante será para los esquejes que hayan podido enraizar, prestando atención a que no todas las variedades emiten raíces a la misma velocidad. Cuando un esqueje ha crecido bien y ha emitido dos o tres hojas discretamente largas, es el momento de transplantarlo y ponerlo en una maceta de 20 cm, usando un sustrato fresco y seco y dejándolo sin regar durante una semana. Se riega después con cautela y en cantidad limitada durante un mes, antes de proceder regularmente. Quien no tiene mucho espacio, puede hacer crecer las plantas indefinidamente en una maceta de 20 cm, aunque también, si el espacio lo permitiese, es posible luego de algunos años, realizar un transplante a una maceta más grande.
El transplante requiere la sustitución del suelo y nutrientes frescos. Esto no será necesario antes de 3-4 años, si durante este lapso se han aportado realizado fertilizaciones regulares. Hay que esperar por lo menos un mes desde el fin de la floración, antes de transplantar. Al menos que no se sospeche la presencia de enfermedades de la raíz, no será necesario remover todo el sustrato, y es suficiente descartar una parte y sustituirla con un compost fresco y seco. Los riegos hay que regularlos como se ha especificado más arriba.
CUÁNDO FLORECERÁN. Como regla general, florecerán en la primavera sucesiva al segundo o tercer año del enraizamiento. Para estimular la floración de los Epiphyllum, hay que asegurarse de que reciban una baja temperatura nocturna durante el invierno (6-11°C). La primavera también es la estación de la floración de los cactus cola de ratón de dos años de edad y de los Rhipsalis. La floración los cactus de las fiestas, entre Navidad y Pascua, en plantas de aproximadamente dos años de edad.
ESQUEJES ENRAIZADOS. Usar macetas de plástico de 8-10 cm por cada esqueje, recordando que no se debe dejar secar nunca las raíces de los Epiphyllum. Dos esquejes pueden ser plantados juntos en una maceta de 20 cm, haciendo así, alcanzarán más rápidamente la madurez y tardarán menos para florecer. No enterrar el esqueje más de 3-5 cm, la profundidad necesaria es la suficiente para que la planta permanezca erecta. Mantenerlo en la sombra durante una semana, luego ponerla en su lugar definitivo. No regar por una semana, ligeramente el mes sucesivo, y a continuación con regularidad.
ESQUEJES NO ENRAIZADOS. El mismo mecanismo descrito arriba. Mantener el sustrato seco o ligeramente húmedo, teniendo el esqueje a la sombra hasta que haya emitido raíces, algo que ocurre unos dos meses después, si se le proporciona calor. Posicionarlo progresivamente ante la luz filtrada. Si aparecen zonas marchitadas, hay que cortar la parte enferma, desinfectar, dejar secar y recomenzar el proceso. Todos los esquejes deben estar sanos antes de ser plantados.
RHIPSALIS Y OTROS CACTUS EPÍFITOS
El cultivo, el sustrato y la floración de los cactus epífitos sin espinas (Rhipsalis, Chiapora, Cryptocereus, Disocactus, Nopalxochia,....), no difieren de cuanto se ha dicho para Epiphyllum. Los cactus epífitos más espinosos (Heliocereus, Hylocereus, Selenicereus,....) florecen durante toda la primavera y el verano. Nosotros recomendamos adicionar a la mezcla comercial para plantas de interior o a la base para Epiphyllum, un tercio de arena lavada. Estas plantas prefieren luz ligeramente más fuerte que los Epiphyllum.
LOS CACTUS COLA DE RATÓN
Aporocactus, Aporophyllum, Borzicactus y Disapora necesitan los mismos cuidados que Epiphyllum. Hay que agregar 1/3 de arena a la mezcla comercial. Generalmente, cuanto más densamente cubierto de espinas está el cactus, más luz prefiere. En conclusión, Aporocactus y Borzicactus pueden tolerar el sol directo. Los menos espinosos Aporophyllum y Disapora (híbridos intergenéticos entre Aporocactus - Epiphyllum y Disocactus - Aporocactus respectivamente) prefieren la luz filtrada como los Epiphyllum. La época de floración de los cactus cola de ratón, así como la modalidad de transplante, fertilización, riego y control de enfermedades, son las mismas que para Epiphyllum.
LOS CACTUS DE LAS FIESTAS: Navidad, Pascua.
LUZ. Prueben a imaginar estos cactus (Schlumbergera, Rhipsalidopsis) en su hábitat natural, a una altitud entre los 900 y los 1500 metros, con las raíces entre los detritus y el humus de las hojas en descomposición, o en la tierra pedregosa de lugares sombreados. A diferencia de otros cactus de la selva, estos no trepan sobre los árboles para alcanzar la luz, aunque sí de vez en cuando la necesitan filtrada.
SUELO. Pueden crecer en diferentes sustratos, pero nosotros hemos visto que la mejor mezcla está formada por 40% de perlitas o piedra volcánica y 60% de turba de musgo.
AGUA. En su hábitat natural, las lluvias varían de 40 mm al mes, de diciembre a marzo, a 8 mm al mes, en la estación seca. Por lo tanto, es evidente que necesitan humedad durante todo el año. Es bueno permitir a las plantas que el sustrato se seque entre un riego y el siguiente, con el objeto de que el aire pueda penetrar entre las raíces. Tampoco hay que permitir que el suelo seque completamente. Estos cactus pueden morir por exceso o escasez de agua.
FERTILIZANTE. Las plantas deben ser abonadas al menos una vez al mes con un fertilizante balanceado (por ejemplo 10.10.5). Nosotros lo preferimos líquido, aunque el granular tiene un efecto más duradero. Para los cactus de Navidad (Schlumbergera) hay que dejar de abonar hacia septiembre, aproximadamente dos meses antes del inicio de los días cortos (luz inferior durante menos de 10 -12 horas). La fertilización se retoma al finalizar la floración.
El cactus de Pascua (Rhipsalidopsis) puede ser abonado durante todo el año, excepto durante la floración.
FLORACIÓN. Hay muchas plantas que pueden florecer en noviembre, diciembre, abril, pero ninguna puede ser comparada al atrayente Cactus de Navidad y de Pascua. Estas plantas son, desde hace mucho tiempo, las favoritas para el interior, probablemente las más populares entre todos los cactus floridos. Mientras muchas cactáceas son imaginadas como típicas del desierto, éstas no podrían sobrevivir en lugares así, ni tampoco en aquellos donde las temperaturas son cercanas a la congelación. Estas plantas prosperan con temperaturas comprendidas entre los 17 y los 25°C, luz solar fuerte pero indirecta, como la que puede proveer un balcón soleado, una ventana de cocina u otro ambiente interior en donde sea predominante la orientación hacia el sur. Hay que saber que se helarán si la temperatura desciende debajo de 0°C.
COMO INDUCIRLAS A FLORECER. Se pueden usar dos métodos: a) La temperatura; y b) El fotoperíodo. Mediante el primer método, se mantiene la temperatura nocturna alrededor de los 14 -17°C. Cada variación por encima o por debajo de este rango, influirá sobre el crecimiento e impedirá la floración. El segundo método se basa en mantener un breve período nocturno (menos de 12 horas de oscuridad) a temperaturas superiores a los 17°C, en grado de estimular la formación de los capullos. Estas condiciones deberían ser mantenidas durante un mes, aproximadamente.
Una vez aparecidos los botones florales, se pueden retomar las condiciones normales de crecimiento. Hay que tener en cuenta que temperaturas más altas o más bajas durante la fase de formación de los capullos, retardarán en dos o tres semanas la floración. Los cactus de Pascua no requieren este tratamiento.
CULTIVO. La propagación se hace por esqueje de tallo (con uno o dos segmentos o artículos). Esto se puede realizar en cualquier estación, sin embargo, si se realiza durante el invierno, será necesario proveer calor desde abajo (más o menos 22°C). Desde el momento en el que se forman las raíces (2 -3 semanas más tarde) los esquejes pueden ser enterrados en la mezcla sugerida más arriba. Para evitar pérdidas debidas a la humedad, aconsejamos colocar sobre la superficie una mezcla pedregosa o sustrato para fondos de acuario. Esto complementa la maceta, dándole un aspecto bonito, luego de lo cual se puede fertilizar. Sacar dos segmentos de tallos en mayo – junio, para estimular la ramificación.
Los problemas causados por enfermedades son pocos, pero las plantas están expuestas al ataque de los caracoles y los gusanos. No usar productos a base de Diazinone, ya que puede producir enanismo o malformaciones. Para protegerlas de los hongos, usar un buen fungicida preventivo. Las cochinillas de la raíz, cuando se las encuentre, podrán ser tratadas sumergiendo la planta en Malathion o similar, manteniéndola sumergida hasta que no salgan más burbujas. Esto nos permite asegurar que el sistema radicular está saturado y que toda la raíz ha sido tratada en modo completo. De ser necesario, se puede repetir el tratamiento. No son frecuentes las manchas y los orificios en las hojas; la causa debería buscarse en problemas de temperatura: demasiado altas de día con rápida disminución a la tarde-noche. Esto se puede prevenir con un crecimiento en ambiente controlado, sin repercusiones sobre la floración. Si se tiene las plantas en casa, hay que asegurarse de que crezcan sin viento o corrientes de aire cálido, y alejadas de ambientes fríos o calefaccionados. El lugar ideal es una habitación con temperatura de 14°C aproximadamente, orientada al este o al sur.
Al inicio de la floración, las macetas pueden cambiarse de lugar, para gozar mejor de su compañía. Los cactus de Navidad de color blanco, rosa y amarillo, mostrarán todo su colorido si durante el período de formación de los capullos, fueron mantenidos a 11°C. Esta condición no es aplicable a los cactus de Pascua.